Notas Anteriores

  • Dolarización: crónica de una muerte anunciada

    La dolarización es en términos macroeconómicos EXACTAMENTE igual a la Convertibilidad, aunque es aún peor: la economía no tiene lo que la literatura llama “cláusula de escape”: no hay retorno al peso sin un costo inmenso: quién aceptaría nuevamente un peso después de años de operar con dólares?
    El 2001 no fue fruto de errores de política económica, sino de un problema endógeno de la Convertibilidad (otro día te lo cuento).
    Cómo va a terminar entonces la dolarización? Como la Convertibilidad en 2001, son modelos idénticos (aunque sin devaluación, no hay pesos): recesión, default, corralito, quiebras, desempleo, inflación en dólares y pobreza.
    El único caso mínimamente serio de dolarización que existe hoy en el mundo es el de Ecuador (imaginate el resto).
    Cómo terminó la genialidad de la dolarización? En 2019, con default, reestructuración de la deuda y rescate del FMI. Crónica de una muerte anunciada. Y es sólo el principio.
    Esta es la propuesta. Insisten en el error. Creer o reventar.
    No es que no hayan leído muchos libros. El problema es que los sacaron de la biblioteca equivocada.

  • La teoría del BCRA independiente

    En países como Argentina los beneficios de la coordinación entre el BCRA y el Tesoro son largamente mayores a los costos de una (relativa) “dependencia”

    La teoría libertaria (Von Mises o Hayek, entre otros), tan de moda últimamente en Argentina, propone la eliminación de los bancos centrales. No se refieren sólo al BCRA, sino también a la Fed de Estados Unidos, el Banco Central Europeo, el Banco de Japón o el Banco de Inglaterra. 

    Estimado lector, ¿imagina los efectos de una corrida cambiaria en un país emergente sin banco central? Más cerca de la cordura, la teoría ortodoxa esgrimida por los economistas liberales argentinos sostiene que el Tesoro debe ocuparse de la política fiscal y la de deuda, mientras que un banco central independiente debe utilizar la política monetaria con un único fin: controlar la inflación.

    Esta idea enfrenta un primer problema. En los países centrales el tipo de cambio es sólo un problema de comercio exterior, por lo que el banco central puede dejarlo flotar, en forma suave y sin mayor impacto inflacionario.

    En cambio, en economías emergentes, pequeñas y abiertas, que exhiben una mayor volatilidad en sus variables macroeconómicas, las oscilaciones cambiarias suelen tener un (gran) impacto inflacionario, tal como ocurre en Argentina. 

    En consecuencia, en estas economías el banco central debe tener al menos dos targets, y no uno: la inflación y el tipo de cambio. Por su parte, el Tesoro debe cumplir con otros tres targets: el déficit fiscal, la deuda pública y las políticas de ingresos. En estos países la falta de coordinación entre estas cinco políticas es algo muy parecido al suicidio, ya que la coordinación de políticas económicas no es un hecho natural.

    El segundo problema que surge al evaluar la independencia del BCRA radica que la Fed, la meca de los bancos centrales, no tiene como único objetivo mantener baja la inflación sino que, por ley, debe rendir cuentas al Congreso de la evolución de sus metas de inflación y de empleo en forma trimestral. Debe velar por ambos ejes de la Curva de Phillips, y no uno.

    Una buena pregunta es por qué el FMI impone recetas a los países emergentes que jamás se le ocurriría exigirle a su principal accionista: Estados Unidos. Otra buena pregunta es por qué los economistas ortodoxos (liberales) argentinos, muchos de ellos doctorados en ese país y admiradores de la Fed, cuando piensan la economía argentina se olvidan del otro de los dos ejes de la Curva de Phillips, el empleo, algo que a la Fed ni se le ocurriría y que, aún si tuviera esa idea alocada, no se lo permitiría el Congreso.

    Conclusión. En países como Argentina los beneficios de la coordinación entre el BCRA y el Tesoro son largamente mayores a los costos de una (relativa) “dependencia” de un banco central que tenga dos targets, inflación y empleo, como la Fed, más un target cambiario. La forma de combatir la inflación no es con un BCRA independiente y miope, que sólo atienda la inflación, sino implementando políticas macroeconómicas sanas.

    https://eleconomista.com.ar/economia/la-teoria-bcra-independiente-n50846

  • Debate por la dolarización: cerrar la jaula y tirar la llave

    La dolarización: cerrar la jaula y tirar la llave.

    Adoptar el dólar como moneda enfrenta un primer y enorme problema: la economía necesita dinero- dólar para funcionar, y el BCRA no emite dólares.

    Deberían ingresar dólares a través de una Cuenta Corriente del Balance de Pagos crónicamente superavitaria, un objetivo extremadamente ambicioso. Si así no fuera, la actividad económica caería en un ciclo recesivo, pues no existiría la oferta de dinero-dólar necesaria para abastecer la demanda de dinero-dólar (transaccional, precautoria y especulativa) de un ciclo expansivo.

    Para que el sector externo sea superavitario Argentina debería ser competitiva con el mundo, es decir, su productividad debe ser (muy) alta en vastos sectores económicos, ya que la herramienta de la devaluación -que permite ganar competitividad- no existiría más, debido a la dolarización. 

    Argentina no es hoy competitiva en la mayoría de sus sectores económicos. Y ello sólo puede empeorar en el futuro, porque todo plan de estabilizacion tarda un tiempo en lograr su meta (tal como pasó con la Convertibilidad entre 1991 y 1994); mientras tanto Argentina acumularía inflación en dólares, y esta inflación acumulada es una pérdida de competitividad de carácter permanente respecto a países de más baja inflación (China, USA, Europa…), tal como ocurrió durante toda la Convertibilidad.

    Este crónico exceso de demanda de dólares se vería a su vez reforzado por la mayor demanda de dólares para importaciones de un ciclo expansivo.

    Así, la dolarización desaceleraría la inflación, pero habría una tendencia recurrente al estancamiento o la recesión. 

    Para evitar la recesión el sector público podría endeudarse vía Cuenta Capital del Balance de Pagos para conseguir los dólares necesarios, pero esta estrategia tendría una obvia cota superior: el default de la deuda.

    Si se desean evitar estos dos costos podrían subirse los aranceles para evitar la demanda de dólares por importaciones. Cerrarse en un mundo globalizado es algo bastante parecido al suicidio.

    En síntesis, el beneficio de la dolarización sería la (rezagada) estabilizacion inflacionaria. Los costos conformarían un menú de calamidades: podríamos elegir entre una recesión crónica, el default de la deuda pública o vivir en el atraso, o una mezcla de todas estas opciones tan creativas. 

    Y aún así nada de esto garantiza que no haya inflación en dólares (inercia inflacionaria, suba de tarifas, aumento del costo de la energía, paritarias, y demás)

    Deja vu. El último experimento social (muy) similar fue la Convertibilidad. En esa oportunidad, como abrimos la economía, una de las tres opciones, elegimos las otras dos opciones del menú: recesión y default de la deuda. 

    La dolarición funciona como la Convertibilidad, pero peor: no hay vuelta atrás, es la pérdida definitiva de dos de las tres herramientas macroeconómicas: las políticas monetaria y cambiaria. Es como cerrar la jaula y tirar la llave.

    Es realmente notable ver cómo algunos economistas no aprenden de los fracasos y proponen repetir (y empeorar) los errores del pasado. La explosión de la Convertibilidad no fue suficiente?

    https://eleconomista.com.ar/economia/debate-dolarizacion-cerrar-jaula-tirar-llave-n52029

  • Un problema estructural

    Desde mi rol docente les planteo un problema, que bien podría ser una pregunta de examen de la UBA. También les doy mi respuesta.

    Pregunta

    Debido a la guerra en Ucrania, debería haber un shock positivo para Argentina, el alza del precio de los alimentos, dado que somos un gran exportador de alimentos.

    Sin embargo, será un shock negativo: se enriquecerá el complejo agroindustrial y acumulará reservas el BCRA, pero volará el precio de los alimentos en el mercado interno, más aún. Dramático.

    Esto hará caer el salario real de los más pobres (clase media incluida), cuya canasta de consumo está compuesta en una alta proporción por alimentos (en el límite, la de los pobres tiende a 100% y la de los ricos tiende a 0%).

    Al aumentar la inflación de estos «bienes-salario», la caída del salario real contraerá el Consumo. Dado que éste representa cerca del 70% del PBI, habrá una fuerza contractiva de la actividad económica (PBI)

    Como ven, en este proceso el BCRA no ha emitido un solo peso, y sin embargo aumentará la inflación (más aún).

    Dado que la causa de esta clase de inflación no es monetaria, sino real, entonces una política monetaria contractiva no sólo sería inefectiva para combatir esta clase de inflación, sino que además reforzará la caída del PBI. Peor aún.

    Cuál sería la política económica que permita aprovechar este shock positivo?

    Respuesta

    La salida uruguaya. Como no funcionan los precios de mercado para resolver este problema real (no monetario), entonces hay que racionar cantidades: Uruguay prohíbe exportar la mitad más barata de la vaca (por ejemplo, asado) y permite exportar la parte más cara (por ejemplo, lomo), que es la parte con la cual los ganaderos ganan más dinero. No aumenta la carne en el mercado interno. El que quiere comprar lomo en el mercado interno, lo hace a precio internacional.

    Es Uruguay un país serio? Sí. Si creyeran que la inflación es un fenómeno siempre monetario, la solución sería monetaria, y no lo es. En este caso la inflación es un problema real y «estructural». La solución es heterodoxa. Este enfoque se conoce en la literatura como «estructuralismo»

    En Argentina hay que hacer lo mismo con todas las commodities agropecuarias. Les doy un ejemplo grosero (debería ser más refinado): «exportá la soja, que ahí está la mayor parte de tu tasa de ganancia y vendé trigo en el mercado interno. A cambio, te elimino las retenciones»

    Fin del problema. Así hacemos que el shock externo sea positivo.

    Por qué no lo hace el gobierno, que además disfrutaría de implementar una medida heterodoxa? Porque son de madera.

  • El menú de la dolarización

    Adoptar el dólar como moneda enfrenta un primer y enorme problema: la economía necesita dinero (dólar) para funcionar, y el BCRA no emite dólares.

    Si no ingresan dólares del exterior la actividad económica caerá en un ciclo recesivo, pues no existirá el dinero necesario para realizar transacciones reales y financieras.

    Para que ingresen los dólares necesarios la balanza comercial debería ser crónicamente superavitaria. Para que ello pase Argentina debe ser competitiva con el mundo, es decir, su productividad debe ser alta en vastos sectores económicos, ya que la herramienta de la devaluación -que permite ganar competitividad- no existe más, debido a la dolarización.

    Argentina no es competitiva en muchos sectores económicos. Además, hay una razón adicional para perder competitividad: todo plan de estabilizacion tarda un tiempo en lograr su meta; mientras tanto Argentina acumularía inflación en dólares, y esta inflación acumulada es una pérdida de competitividad de carácter permanente respecto a países de más baja inflación (China, USA, Europa…)

    Al no ser competitiva la economía, la balanza comercial sería cronicamente deficitaria, y habría una demanda de dinero-dólar que no podría satisfacerse. Este efecto se vería a su vez reforzado por la mayor demanda de dólares para importaciones que ocurre cuando la economía crece.

    Así, la dolarización desaceleraría la inflación, pero habría una tendencia sistemática al estancamiento o la recesión debido a la falta de dinero-dólar.

    Para evitar la recesión el sector público podría endeudarse para conseguir los dólares necesarios, pero esta estrategia tiene un límite, el default.

    Si se desean evitar estos dos costos podrían subirse los aranceles para evitar la demanda de dólares por importaciones. Cerrarse al mundo en un mundo globalizado es algo bastante parecido al suicidio.

    En síntesis, el beneficio de la dolarización sería la estabilizacion. Los costos son un menú de calamidades: podríamos elegir una recesión crónica, el default o vivir en el atraso, o una mezcla de todas estas opciones maravillosas.

    Y aún así nada de esto garantiza que no haya inflación en dólares (inercia inflacionaria, suba de tarifas, aumento del costo de la energía, paritarias, y demás)

    El último invento (muy) similar fue la Convertibilidad. En esa oportunidad, como abrimos la economía, elegimos las otras dos opciones del menú: recesión y default. Tan difícil es?

    Es notable ver cómo algunos economistas no aprenden de los fracasos y proponen repetir (y empeorar) los errores del pasado. La explosión de la Convertibilidad, no fue suficiente?

  • 🥦Con la heladera llena

    Las primeras estimaciones privadas de la inflación de marzo ya no sugieren la tasa de 4,7% mensual de Febrero (INDEC), sino algo más cerca al 6% mensual.

    📊🥑Si la tasa de inflación en alimentos de Febrero ascendió a 7.5% mensual, equivalente a 138% anual, cuál será la tasa de inflación en alimentos de marzo?}

    🥖Che, alguien conoce la dirección donde funciona la mesa del hambre?

    Y 👩‍🍳las recetas de Narda Lepes?

  • Una catástrofe no natural

    La tasa de inflación en Ucrania es del 10% anual; en Argentina, 50%.
    La tasa de devaluación en Ucrania, en plena guerra, es similar a la argentina.
    La pobreza en Ucrania es del 35%, 10 puntos porcentuales menos que en Argentina.
    📉El riesgo país ucraniano es la mitad del argentino. Más despacio: hoy, mientras avanzan los tanques de Putin, los inversores del mundo tienen el doble de confianza para invertir en Ucrania que en Argentina.
    ✏️Estos números guardan una lógica implacable: Ucrania es un país que está siendo invadido desde hace apenas unos días; Argentina está sufriendo una catástrofe no natural desde hace 2 décadas, conocida por los historiadores como «kirchnerismo»

  • El populismo toca sus límites

    Dany Rodrik, uno de los mejores economistas del mundo, estimó que el nivel mínimo óptimo de Reservas de un Banco Central equivale a 4 meses de importaciones.

    Argentina importó en 2021 un promedio mensual de u$s 5.265 millones, y su nivel actual de Reservas Netas ronda los u$s 95 millones, equivalentes a 13 horas de importaciones.

  • La inflación es necesaria
    Inflation spelled on wooden blocks based on piggy bank against dark background

    Para el gobierno nacional y popular hay dos maneras de hacer un ajuste fiscal. Una sería una herejía «neoliberal»: bajar el gasto público. En cambio, subir impuestos sería «progresista» para el gobierno populista. Es un misterio entender qué tiene de progresista aumentar los impuestos que terminan encareciendo el precio de la leche o el pan.

    La segunda forma «progresista» es la inflación, que hace perder poder adquisitivo a trabajadores y jubilados. Tiene el mismo efecto que bajar salarios y jubilaciones, pero tiene un marketing «progresista»: la culpa de la inflación no es de la política económica, sino de los empresarios. Esta gente es muy creativa, inventan teoría económica al paso.

    Peor aún, la inflación es funcional al ajuste populista. Cuanta más inflación, mayor el ajuste que pide el FMI. Con baja inflación el modelo populista no cierra.

    Esto sería, para el gobierno populista, «progresismo».

    Un concepto de progresismo muy curioso.

  • Controles de precios: en la frontera del conocimiento.

    El gobierno instaló un debate sobre los controles de precios, aportando valiosa evidencia empírica: en 2021 hubo controles de precios, y fueron sumamente eficaces: 50% de inflación. Parece que la cosa no anduvo.

    La política económica no se inspira en la voluntad, la economía no funciona por voluntades, sino por incentivos. El gobierno desconoce los principios básicos de la teoría económica, y va haciendo contribuciones teóricas en la frontera del conocimiento, es decir, construye conceptos fronterizos.

    Sus políticas no son de izquierda ni de derecha, son barbáricas. Los bárbaros han conquistado Roma.

  • Los bancos no son ni buenos ni malos: son

    Los bancos ofrecen una tasa de interés por los depósitos llamada “tasa pasiva” y cobran por los créditos que dan otra tasa de interés llamada “tasa activa”, que es más alta que la tasa pasiva. La ganancia del banco es la diferencia entre estas dos tasas de interés. Además, los bancos hacen otro tipo de inversiones que también conforman su tasa de ganancia. Por ejemplo, le compran “letras” al Banco Central por las que cobran una tasa de interés. Esto sucede cuando el Banco Central necesita financiamiento a través de estas letras.Podría pensarse que la tasa pasiva y la tasa activa se mueven juntas, siendo la tasa activa igual a la tasa pasiva más un “mark up” (tasa de ganancia), más o menos constante. Es decir, si sube la tasa que los bancos ofrecen por los depósitos, sube la tasa de interés que cobran por los créditos a los “sujetos de crédito” (familias y empresas) en la misma proporción. Si bien existe una relación entre los movimientos de estas dos tasas de interés, no necesariamente esto funciona así. Seguramente te indigna que la tasa de interés activa para una pequeña empresa sea alta y la tasa de interés de la tarjeta de crédito por pagar el “mínimo” o por punitorios sea muy alta. No es que los bancos sean malos. Los bancos son. Son empresas capitalistas que buscan maximizar su tasa de ganancia. Y por qué en estos casos la tasa de interés activa puede ser mucho más alta que la tasa de interés pasiva que cobran por los depósitos? Porque la tasa de interés activa para este grupo de sujetos de crédito depende de otra variable: el riesgo del deudor. El riesgo de que el deudor finalmente no pague el crédito. Para todo activo financiero (un crédito lo es) existe una relación riesgo/retorno, teorizada por H. Markowitz, 1959 y J. Tobin, 1958, dos premios Nobel de Economía. Cuando un sujeto de crédito es muy riesgoso el banco sólo está dispuesto a prestarle si le cobra una alta tasa de interés. Si el sujeto de crédito es poco riesgoso (por ejemplo, una empresa grande que es cliente del banco hace tres décadas), entonces la tasa de interés de ese préstamo es baja. No tenés razón en indignarte, los bancos siguen esta regla que tiene una lógica de finanzas. Los bancos no son ni buenos ni malos. Son.

    https://consultoramaynard.com/cursos/finanzas-desde-cero

  • Bitcoin, sí o no?

    El precio de todo activo financiero ofrece un retorno esperado y tal apuesta implica asumir un riesgo (de pérdida). Dicho riesgo no es algo subjetivo, sino objetivo, y está dado por la volatilidad del precio en el pasado. Cuánto más volátil, más riesgoso, porque las pérdidas fueron mayores en el pasado. La historia del Bitcoin nos dice que es el activo financiero más volátil del mundo y, por ende, el más riesgoso. Por qué es comprado entonces? Porque el retorno esperado es tan grande como su riesgo. Todos los activos financieros del mundo guardan esta relación riesgo/retorno. Los más seguros (menos volátiles) ofrecen un retorno esperado bajo. Por ejemplo, un bono del Tesoro de USA. Los más riesgosos deben ofrecer un retorno esperado muy alto para que el inversor esté dispuesto a asumir el riesgo. Este es el caso del Bitcoin. Es un activo financiero para amantes de un gran riesgo. La curva histórica del Bitcoin nos muestra que llegó a cotizar cerca de u$s 20.000, y el mundo apostaba a un valor cercano a u$s 100.000 en el corto plazo, te acordás? En semanas bajó a cerca de u$s 8.000. Quién compró a u$s 20.000 perdió en semanas más del 50% de su riqueza. (Cuál sería la tasa anual(izada) de dicha pérdida?). Luego el precio del Bitcoin volvió a tomar vigor, alcanzó un valor que rondó los u$s 60.000 para luego, en pocos meses, caer hasta un entorno de u$s 30.000 desde el cual, recientemente, volvió a alcanzar los u$s 60.000 otra vez. Nuevamente, si un inversor compraba a u$s 60.000 perdía el 50% de su riqueza en pocos meses. Podría pensarse cuál es la tasa de ganancia hoy (cotización a u$s 60.000) de alguien que compró en su momento a u$s 8.000. Aunque esa no es la pregunta correcta sino dónde se compra la bola de cristal para saber en qué momento comprar.La volatilidad del precio del Bitcoin es gigantesca, nunca vista en un activo financiero. El Bitcoin desarrolla enormes burbujas que luego se pinchan violentamente. Aparentemente, su tendencia de largo plazo es creciente, tendencia alrededor de la cual se desarrollan estas burbujas en el corto plazo. Debido a este comportamiento sumamente anormal es que tres famosos premios Nobel de Economía, R. Shiller, J. Stiglitz y P. Krugman, entre otros, sugieren su regulación (es decir, ya no sería Bitcoin). Sus argumentos son sólidos: a) evitar que muchos inversores del mundo sufran grandes pérdidas y contagien a otras burbujas de activos financieros tradicionales, ya que no va a faltar mucho para que en el mundo haya tanto Bitcoins como dólares: b) un activo financiero es la expresión financiera de una empresa real. Por ejemplo, el precio de las acciones de Google está dado, más o menos, por las ganancias presentes y esperadas de la empresa Google. Cuál es el activo real por el cual se rige el activo financiero Bitcoin? Ninguno. Las burbujas del Bitcoin son “expectativas puras”, lo que lo hace más impredecible aún. El Bitcoin es, además de un activo financiero, una moneda? Imposible que lo sea debido a su volatilidad. Los dejo con G. Soros: «si una moneda no sirve para pagar sueldos, no es moneda». Es un activo financiero a la medida de amantes del riesgo. No pretendo, de ningún modo, alentar o desalentar la tenencia del Bitcoin. Sólo pretendo explicarles qué es lo que están comprando.

  • Inflación y deflación
    COINS pile and shopping cart on a white background

    Cuando una economía crece muy rápido, en el mercado de trabajo los empresarios demandan muchos trabajadores, disminuyendo el desempleo. Según O. Blanchard, esto le otorga a los sindicatos mayor poder de negociación con los empresarios («bargaining power»), y en consecuencia obtienen mejores salarios. Estos aumentan los costos empresarios, aumentando así la tasa de inflación de la economía. Exactamente esto es lo que está pasando con la economía de USA en este momento, gobernada por J. Biden. El origen de este proceso inflacionario es que USA está creciendo muy aceleradamente con motivo del «fin» de la pandemia. Qué debe hacer J. Biden? Frenar el crecimiento o tolerar más inflación (actualmente en 5% anual)? Esta disyuntiva entre inflación y desempleo se conoce en la literatura como «Curva de Phillips». J. Biden ha decidido bajar el desempleo, pagando un mayor costo inflacionario, que hoy alcanza en USA el 5%, una tasa alta para un país desarrollado. Europa, en cambio, se encontraba en recesión antes de la pandemia, por lo que no había presiones inflacionarias, y la tasa de inflación era cercana a 0%. Por qué? Cuando hay recesión los empresarios no venden, y entonces prefieren no aumentar los precios para poder utilizar su capacidad instalada ociosa (máquinas que operan sólo a un porcentaje de su capacidad) y fabricar y vender más cantidades. Su problema no son las ganancias con precios más altos, sino su subsistencia (ventas). Europa, que ya estaba en recesión, al comenzar la pandemia agudizó su recesión. En muchos países europeos esto hizo no sólo que los precios aumenten poco (baja inflación, cercana a cero), sino que bajen en forma sostenida. Este proceso se conoce como «deflación», y es una enfermedad aún peor que la inflación. Si todos esperamos que los precios bajen mañana, qué conducta adoptamos hoy? No comprar, esperando precios más baratos mañana. Y esa conducta genera más recesión aún, en un círculo vicioso del cual es difícil salir. Cómo afectan estos dos procesos a los activos financieros? En el caso de la inflación, si un activo financiero arroja una ganancia de 5% en Euros, y hay en Europa una inflación de 1% anual, entonces la ganancia real fue en realidad de 4%. Dicho de otro modo, un inversor gana 5%. Cuando va al supermercado, o a una tienda de Ferrari, el «poder de compra» de ese 5% es en realidad de 4%, porque la Ferrari en el año aumentó 1%. La inflación «licuó» el 20% de su ganancia (1/5). Con deflación pasa lo contrario. Si la Ferrari bajó 1%, el poder de compra del inversor es 6%, es decir, su 5% de ganancia más el 1% que se abarató la Ferrari. Puede comprarse la Ferrari y un Fiat Cinquecento.

  • Los chicos se cambian el barbijo.

    Les preparamos un cuadrito.

    Muertes por millón de habitantes: Argentina, puesto 11 en el mundo.

    Me surge una duda: habremos hecho algo mal? Autocritica?

  • Distribución del ingreso (INDEC)

    «Entre la salud y la economía elijo la salud», dijo el presidente.

    Bueno, te cuento uno de los costos económicos.

    1. Un tercio de los argentinos ganan menos de $9.000.

    2. El 10% más rico gana más de $40.000. Es decir, estamos tan empobrecidos que quien gana más de $40.000 es «rico».

    3. El 10% más rico pasó de ganar desde 16 veces más que el 10% más pobre en 2019, a ganar 18 veces más en 2020. Es decir, un empeoramiento brusco en sólo un año del tótem del progresismo: la distribución del ingreso. La cuarentena fue para los ricos.

  • El mercado no les cree

    Para financiar el déficit fiscal y su propia deuda anterior, el BCRA no tiene acceso a los mercados internacionales de deuda. Y nunca lo va a tener.

    Le quedan dos opciones: emitir dinero inflacionario o emitir bonos (letras) de corto plazo.

    Esta segunda opción absorbe pesos del mercado, ya que los «compra» al ofrecer (emitir) un bono de corto plazo (meses), en pesos, en el mercado interno.

    El BCRA venía obteniendo en las subastas de estos bonos la totalidad, o más, de los bonos que ofrecía. En la última sólo colocó la mitad.

    Si esta tendencia se mantiene o se profundiza, el BCRA deberá emitir más pesos, alimentando la inflación, más aún (2021 es año electoral).

    «Cuando uno anda de culo, hasta las bolas le arrastran», decía mi abuela.

  • La doble indemnización: de virtud en calamidad

    Cataratas de teoría económica y evidencia empírica muestran que prohibir de prepo el desempleo o imponer la doble indemnización por despido, no tienen un gran efecto para cumplir su objetivo, y sí tienen gran impacto para que los empresarios no vuelvan a contratar empleo a la hora de la recuperación de la economía, por razones obvias.

    En este caso particular la nota periodística hace referencia al mercado autopartista: 8 de cada 10 empresas no contratan trabajo. Y ésta es una industria robusta. Dentro de las pymes es una «me». Imaginate el resto.

    Esta gente inventa teoría macroeconómica al paso. Y es muy creativa.

  • Dignidad, ese bien escaso
    Martín Guzmán informó a Cristina Kirchner los detalles del ...

    Guzmán sabe perfectamente que el endeudamiento de Macri fue para financiar el déficit fiscal de La Loca, 5% del PBI. Gigante es poco. Pero hoy declaró que el modelo de Macri endeudó al país. Miente a sabiendas por primera vez en su declaración.

    Dos veces miente.  La segunda: el modelo de Macri era financiero. No existen dos mundos, uno financiero y otro real. Son lo mismo. El lado financiero financia la inversión, el consumo, las importaciones y el déficit fiscal, que es lo que hizo Macri: 5% del PBI de déficit, una enormidad que demandó mucha deuda.

    Por qué miente el Ministro? Porque hace unos días La Loca le puso los puntos. Se ve que quiere ser Ministro a cualquier costo. Si yo fuera Ministro y alguien me dice cuánto tiene que ser el precio de las tarifas, la nafta, los salarios y el dólar, renuncio inmediatamente.

    Pasa que tengo dignidad, y Guzmán no.

  • Crecimiento 2021?

    El gobierno sostiene que la economía se va a recuperar en forma robusta en 2021, 7%.

    Como recordarán, yo creo que no va a haber ninguna recuperación. El salario real va a caer (alta inflación) y la tasa de interés seguirá muy alta: entonces el consumo va a caer. La inversión se va a despedazar. El gasto público se someterá al ajuste fiscal. Y la balanza comercial sólo será superavitaria por la prohibición de importar. Y se acabó la demanda agregada = PBI.

    Por qué el gobierno sostiene que el PBI crecerá 7%? Sólo por un tecnicismo llamado «arrastre estadístico, de la misma magnitud del crecimiento del PBI.

    Es decir, en realidad el PBI crecerá 0%. La única verdad es la realidad.

  • Dólar futuro: la politización de la justicia
    Dólar futuro (unsplash.com)

    A principios de 2016 el juez Bonadío me citó para que declare como experto en finanzas en la causa “dólar futuro” (declaración indagatoria). Esta es una breve síntesis de mi declaración.

    Un contrato futuro es un activo financiero que firman “hoy” dos partes, el vendedor (short) y el comprador (long), comprometiéndose a realizar una transacción «mañana», en un momento del tiempo X, por un monto Y a un precio Z. “Hoy” ninguno de las dos partes paga dinero, sino que ambas firman el compromiso legal para el momento X, cualquiera sea el precio Z.

    En finanzas existe una fuerza de gravedad llamada «ley del único precio», por la cual un activo financiero no puede tener dos precios Z1 y Z2 (más que una pequeña variación por cuestiones de mercado). Si el precio de un activo financiero fuera muy diferente al otro, rápidamente (están todos en una misma pantalla) los demandantes comprarían el más barato hasta equilibrar los precios en un solo Z. 

    El contrato futuro sobre el “dólar argentino» se transa en el NYSE (Wall Street), mercado mundial de referencia para todo activo financiero. Todos los contratos futuros conforman un único precio Z, como en cualquier mercado, sólo que este precio Z está referido al futuro. En 2015, en el NYSE, Z = 15 $/u$s (“mañana”).

    El BCRA ofreció (posición short) contratos futuros sobre el dólar a Z = 10 $/u$s (“mañana”) en el mercado local (ROFEX y MAE), no respetando la ley del único precio ya que se trata de dos mercados diferentes, New York y Buenos Aires. En consecuencia, medio planeta firmó el contrato del BCRA como comprador a Z = 10 $/u$s para, en el mismo instante, dar vuelta la silla de la oficina y posicionarse short (vendedor) en el NYSE por el mismo monto y, al mismo día X, y al precio Z = 15 $/u$s. El trader obtuvo, en un “instante”, una tasa de ganancia de 50%. Ya huele raro. La pérdida para el BCRA fue estimada por el cuerpo de peritos de la Corte Suprema de Justicia en $ 54.000 millones.

    Esta operación se hizo “hoy” (en aquel momento, 2015), no “mañana”. La operación y la ganancia extraordinaria del trader se hacen hoy, en un instante, no mañana. El mañana (gobierno de Cambiemos) a los fines de esta operatoria es irrelevante. Segundo, los compradores no forman parte del delito: si regalan Ferraris en una concesionaria los compradores se llevan 100 cada uno. El problema es del vendedor (BCRA), no del comprador.

    Está expresamente estipulado en la Ley de Administración Financiera que el Estado no puede transar activos fuera de precio, se trate de comprar caro (obra pública) o vender barato (dólar futuro). Existe en la Argentina de hoy una rara idea, extendida, por la cual esta causa penal sería en realidad la “judicialización de la política (económica)”. No llego a comprender tal cosa: violar la Ley de Administración Financiera se parece más bien a un delito. Con ese criterio, tampoco habría que judicializar la inversión en obra pública. En el año 2000, el SARB sudafricano (South African Reserve Bank) cometió un delito idéntico, tal como reseñara en 2015 en un artículo periodístico[1]: las máximas autoridades fueron procesadas y en muchos casos condenadas.  La justicia sudafricana no habría interpretado que se trataba de un caso de lawfare sobre una política económica.  

    El juez Bonadío, el fiscal Stornelli, la Corte Suprema de Justicia, otros peritos, la justicia sudafricana y yo, creemos que estamos ante un evidente delito penal. Sin conocer de leyes, entiendo que se trata de un delito culposo, ya que ni el ministro de economía de aquel momento ni el presidente del BCRA entendían un pomo de finanzas (me consta); ni hablar del mercado de derivados: un OVNI. Debido al mismo criterio, la ex presidente es obviamente inimputable.


    [1]https://www.lapoliticaonline.com/nota/mala-praxis-en-contratos-forward-el-caso-de-sudafrica/

  • ¿El actual Tipo de Cambio Real es competitivo?

    Hipótesis 1: Como se ve en la línea azul del gráfico N°1 hoy el Tipo de Cambio Real (TCR) ronda los 1,5 $/U$S “de la Convertibilidad”, un valor sin dudas competitivo.

    Hipótesis 2: La competitividad de una empresa a lo largo del tiempo se ve afectada por cambios significativos en su estructura impositiva. La línea roja del gráfico N°1 es la serie de TCR corregida por la carga tributaria (recaudación tributaria nacional/PBI), que aumentó desde 16,6% a principios de 1998 hasta 24,2% en el 3° Trimestre de 2020, como se ve en el gráfico N°2. En este caso, la noción de TCR actual, 1,17 $/U$S “de la Convertibilidad”, mostraría atraso cambiario.

    Si la Hipótesis 2 fuera la que mejor nos aproxima a la competitividad de nuestra economía, entonces al levantarse el actual control de cambios muchos sectores de la actividad tendrían problemas de competitividad.

    Nota metodológica

    • No existe un valor cierto que defina el TCR de equilibrio, por definición. Debería ser aquél que equilibre la Cuenta Corriente del Balance de Pagos, pero a su vez los movimientos de divisas provenientes de ella modificarían tal TCR (L. Sarno y M. P. Taylor, 2002). Debido a esta tautología las nociones de “tipo de cambio competitivo” o “atraso cambiario” son borrosas. Podría pensarse la cosa como bandas de transacción (desconocidas) dentro de las cuales habría un TCR “de equilibrio”, y por fuera el TCR sería competitivo (banda superior) o habría atraso cambiario (banda inferior).

    • Para lograr una aproximación a tal equilibrio desconocido es necesario establecer algún parámetro histórico, de largo plazo, razonable y arbitrario. Una comparación con algún TCR en el corto plazo nunca arrojaría algo útil (por ejemplo, una comparación contra 2005, 2015 o 2019), porque se desconoce la competitividad de aquél TCR que sirve de parámetro de comparación.

    • Existe cierto consenso entre los economistas respecto a que el atraso cambiario de la Convertibilidad se acercaría a 1/3, por lo que las bandas de transacción rondarían los 1,5 $/U$S, el TCR “de equilibrio de Convertibilidad”, que nunca existió. Éste es el criterio arbitrario utilizado aquí.

    • ¿Qué recordamos por “TCR de Convertibilidad”? Hasta 1994 el TCR se fue atrasando, en 1995 impactó el “Efecto Tequila”, y entre 1999 y 2001 hubo una recesión deflacionaria. Es por ello que aquí se presenta una serie de TCR en base 1996/1998 = 100.

  • Trampa de Liquidez

    El equipo económico afirma que va a hacer un plan keynesiano, un New Deal argentino compuesto por 60 medidas, para «poner a la Argentina de pie». Qué creativo.

    En la crisis de 1929 USA atravesaba por algo que la literatura bautizó como «trampa de liquidez». Ante la crisis en el sector real el capital financiero no financiaba proyectos de inversión y consumo, sino que quedaba atrapado en los mercados de capitales, en una especulación pura que Keynes llamó «gambling casino» (un casino de timberos). Wall Street no tenía contacto con «Main Street», decía Keynes.

    Había entonces un grupo de agentes económicos ilíquidos que querían consumir e invertir y no podían, y un grupo de líquidos que no los querían financiar. Trampa de liquidez.

    Keynes propuso que el gobierno (que hasta ahí nunca había intervenido en la economía en forma masiva, agregada) emita bonos públicos, los coloque en los mercados financieros y con ese financiamiento construya un monumental plan de infraestructura pública. Así el gobierno de USA intermedió entre los ilíquidos y los líquidos, quienes compraban instantáneamente los bonos del gobierno por su avidez de liquidez (especulación).

    Y así las ideas de Keynes pusieron a «la economía de USA de pie», con la invalorable ayuda de la segunda guerra. 

    Pensar que construir rutas financiadas con emisión monetaria es algo parecido al New Deal keynesiano es simplemente una «confusión populista».

    En la llamada política de «demanda efectiva» keynesiana hay dos actores insustituibles: un gobierno con reputación y capacidad de emitir un bono, y un mercado de capitales que ahorra (especula) en moneda doméstica.

    Dado que Argentina no tiene acceso a los mercados de deuda (el riesgo país argentino ronda hoy el 11,5%) y que además no existe un mercado de capitales robusto en el mercado interno en moneda doméstica, sino que ha sido reemplazado por fuga de capitales (en dólares), sostener que en Argentina 2020/2021 puede existir un plan keynesiano es simplemente un exceso de lenguaje. Tal cosa no existe, el equipo económico se propone una meta imposible. No lo sabe, pero lo hace.

     

     
     
     
     

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